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Mayorie Puntiel Lora
abril 23, 2021
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Pese al peligro y la facilidad de contagio del coronavirus, según vendedores de alimentos en las vías públicas, ni el Ministerio de Salud Pública ni los ayuntamientos verifican las condiciones de higiene en que operan los puestos de comida que están a la intemperie en la ciudad.
Negocios de venta de desayunos en donde se suele vender yuca, salami, frito, guineos y otros alimentos, operan en las aceras sin ninguna precaución de salubridad.
Igualmente, en varias calles y sectores del Distrito Nacional se observaron ayer puestos de empanadas en donde ni el que vende ni los que compran portaban mascarillas, además los clientes se acercaban demasiado y manipulaban los alimentos de venta.
Esta situación se pudo constatar en uno de los negocios de fritura del ensanche Kennedy, allí el humo de los vehículos formaba parte del sazón de las longanizas, chicharrones y fritos que hace años vende un señor en una esquina.
Que los alimentos estuvieran en una vitrina no era impedimento para que los clientes se sirvieran ellos mismos la comida que deseaban, sin pedirla al vendedor.
Otro vendedor de desayunos que se identificó como Roberto, indicó que el miedo que la gente tiene al coronavirus no le afecta en su negocio. “Al contrario, últimamente ha subido más la venta”, declaró y sostuvo que el Ministerio de Salud Pública nunca le ha inspeccionado ni brindado asesoría.
Roberto tiene tres años en una de las aceras de la calle Ortega y Gasset, aunque en el negocio había basura de plátanos y los alimentos estaban a la intemperie, él consideró que su puesto de comida está organizado.
Periódicos sucios de grasas tirados en el piso en el área en que se prepara la comida, varias fundas de basuras, desorganización y aglomeración de clientes sin mascarillas era el ambiente de un negocio de comida apostado en el ensanche La Fe.
La dueña del negocio, Jesusita Encarnación, aseguró que tiene más de 5 años vendiendo en el lugar y también afirmó que nunca ha recibido visita de las autoridades sanitarias.
Los clientes que estaban comprando aseguraron que si las autoridades le quitan el puesto de venta a la señora, ellos harían una huelga.
Actitud distinta tiene Ramona Beltré, quien hace 22 años ocupa gran parte de la acera del sector Galá, pues afirmó que si el ayuntaminto le pide que se retire, ella dejaría el negocio.
Beltré lleva 22 años cocinando con leña y aseguró que el humo no llega a los residentes del lugar.
Salud Pública. Sobre el tema el director general de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps), Carlos Martínez, señaló que tiene una unidad que realiza inspecciones en las vías públicas y que imparte seminarios de buenas prácticas de manufacturas. Precisó que en cinco meses ha duplicado el trabajo que se debe hacer en un año.
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