Titulares

viernes, 11 de enero de 2019

EVITANDO LA OSTEOPOROSIS


Una dieta balanceada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, constituye la base de un buen estado de salud.

El consumo de calcio es determinante para la salud ósea; el mismo puede ser obtenido al consumir alimentos como las habichuelas blancas, el brócoli, coliflor, repollo, avellanas, almendras, cilantro y, por supuesto, la leche y sus derivados, que constituyen la principal fuente de este mineral.

La actividad física, constituye sin lugar a dudas, el tercer pilar de la estrategia de prevención de esta enfermedad, ya que existe una relación muy estrecha y altamente conocida entre el índice de masa corporal (IMC) y la densidad mineral ósea.

Múltiples estudios confirman que mantenerse en el peso ideal y realizar periódicamente ejercicio físico aeróbico o ejercicios de resistencia, puede mantener o incrementar la densidad ósea (DO) en mujeres posmenopáusicas.

Otros beneficios del ejercicio físico incluyen mejoras en el equilibrio y reducción en el riesgo de caídas.

Debemos considerar los hábitos tóxicos, como el consumo de cafeína, alcohol y especialmente el tabaco como cofactores para la pérdida de calcio. Los pacientes fumadores tienen una menor densidad mineral ósea. Este efecto es dosis-dependiente, pero reversible. El tabaco ejerce un efecto directo sobre el hueso y también influye sobre los niveles hormonales que actúan sobre el remodelado óseo.
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